Esa es la imagen con la que, hace más de dos meses, se encuentran los vecinos y vecinas del barrio de Belgrano en los locales gastronómicos recientemente inaugurados junto al Barrio Chino. Las asociaciones vecinales alertan sobre la peligrosidad de la instalación y ya denunciaron la situación ante el Gobierno porteño y ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Advierten que las garrafas son «una bomba de tiempo«, que están prohibidas en los bajos viaductos y que por ahora no tuvieron respuestas concretas de los organismos de control, aunque desde la AABE afirman que ya iniciaron inspecciones en el lugar.
«Al principio no nos dimos cuenta que empezaron a funcionar con esta instalación que está prohibida. Después los vecinos comenzaron a ver unas veinte garrafas de 45 kilos abajo del viaducto y espontáneamente se preocuparon. Estaban puestas sobre los techos de los locales, a centímetros de las vías, una bomba de tiempo», cuenta a Página 12 Enrique Banfi, presidente de la Asociación Civil Vecinos de Belgrano, una de las agrupaciones que impulsan la denuncia por las garrafas.
El hombre data en el 2 de agosto pasado, hace más de dos meses, el día en que los vecinos y vecinas de Belgrano comenzaron a mandar al Whatsapp de la Comuna N°13, presidida por Florencia Scavino, las fotos de las garrafas tomadas desde sus propios balcones. Entonces comenzó un derrotero de pasos por distintas instancias del Estado. Ante el GCBA, la asociación presentó una denuncia formal en Defensa Civil el pasado 7 de septiembre.
«Se ha constatado en reiteradas ocasiones la distribución de grandes garrafas de gas envasado a distintos locales comerciales, ubicados todos ellos en los terrenos bajo los viaductos del tren«, escribieron en la denuncia, en la que pidieron la «inmediata clausura» de los locales, «dejando debida constancia en las actas que se labren sobre el tipo de gas que viene siendo usado para abastecer las instalaciones de gas de los restaurantes, de los bares y de los locales comerciales». «Este expediente ahora está en la Agencia Gubernamental de Control (AGC), sin ningún movimiento desde el 27 de septiembre«, alerta Banfi.
En esa presentación, los y las vecinas adjuntaron las fotos y videos que probaban la instalación de garrafas, y remitieron el principal documento en que basan su reclamo: las restricciones del Ministerio de Transporte para «desarrollos bajo tableros de viaductos ferroviarios y construcciones adyacentes en zonas ferroviarias de viaductos». El punto 3.2.2 del documento establece que en esos lugares «no se permitirá el uso para minoristas de gas envasado«. Ante la consulta de Página 12, desde la AGC confirmaron la recepción de la denuncia aunque sólo respondieron que «ingresó hace unos días y está en proceso de planificación«. «En los próximos días se dará respuesta» agregaron.
Pero el reclamo de los vecinos y vecinas también llegó a Nación. El pasado 2 de octubre consiguieron tener una reunión con representantes de la AABE, encargada de la concesión del bajo viaducto –concesión que, párrafo aparte, las asociaciones ya judicializaron por «fraude al Estado» por la entrega de tierras fiscales en el gobierno de Mauricio Macri–. «Me comuniqué con responsables de otras ong y fuimos a presentar la denuncia ante la AABE que son los que tendrían que controlar la concesión«, relata Banfi, que advierte que allí tampoco tuvieron respuestas concretas.
Este diario también consultó a fuentes de la AABE y confirmaron que esa reunión existió. Aseguraron, en tanto, que escucharon y tomaron la denuncia de los vecinos y vecinas, y que están comenzando a realizar las inspecciones en el lugar. También sostienen que en los próximos días podría haber nueva información sobre el tema. Mientras tanto, Banfi señala que luego de las primeras denuncias los locales comenzaron a «esconder» las garrafas: «Ahora las están escondiendo, las meten adentro pero las siguen utilizando. Usan la cañería que en el futuro serviría para el gas natural pero cargándola con gas envasado«, precisa.
Las asociaciones apuntan en particular contra la empresa Via Viva, concesionaria de los locales principalmente gastronómicos. Afirman que no es posible que cada local en particular haya decidido por su cuenta instalar las garrafas, sino que tiene que haber sido una política general de la concesionaria. «La responsabilidad es de la empresa que es la que no consigue hacer la conexión de gas y, como quería inaugurar rápido, resolvió instalar las garrafas«, sostiene Banfi. La inauguración del espacio Via Viva – Barrio Chino se produjo el pasado mes de abril, cuatro años después de la apertura del viaducto. Página 12 contactó a fuentes de la empresa para consultarles sobre la situación pero por el momento no recibió respuesta.
Además de las denuncias ante los distintos organismos de Ciudad y Nación, los vecinos y vecinas también llevaron el reclamo a sede policial: «El comisario no quiso tomar la denuncia«, advierte ahora Banfi. Según indica, sí obtuvieron una buena respuesta por parte de Metrogas: «Nos dijeron que es peligrosísimo, que se van a ocupar y que van a hacer la denuncia ante el Enargas«, indica. «Lo que nos parece gravísimo es que en la Argentina de Cromañón se mantengan estos esquemas en que las instituciones permiten que ocurran situaciones en las que nadie interviene ni controla«, concluye el vecino de Belgrano.